Pronto dejamos atrás la civilización viajando por el fiordo Aysén. A través del gran ventanal de la nave notamos sus caprichosas formas, en el que las altas cumbres de la cordillera se unen con los canales de la Patagonia austral. Así comenzó esta aventura por la tierra de chonos, alacalufes y yaganes. Tras recorrer 125 millas náuticas, comenzamos a navegar sobre las aguas de la laguna San Rafael y poco después fuimos recibidos por la pared de 4 kilómetros de ancho del glaciar. El Parque Nacional Laguna San Rafael fue declarado reserva mundial de la biósfera por la UNESCO. Conocer más en: www.interpatagonia.com
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